Había una vez

CAPITULO 1

Había una vez una hermosa ciudad llamada Seúl, la capital de Corea del Sur.

Era una ciudad muy bonita y llena de gente trabajadora y positiva unos que otros tacaños pero era una ciudad muy linda.

Un día la ciudad se vio amenazada por un ratoncito, el ratoncito se llamaba Kwon Ji Yong,  el en cuestión de días volvió loca a la ciudad completa con su música maravillosa.

El alcalde llamado Yang, entro en pánico pues toda la ciudad estaba en completo caos.

– ¿Qué hacemos?

–Pues hay que hacer lo que se hace con las plagas, sacarlo. Es uno, podemos con él.

El problema es que nadie se animaba a sacarlo, porque cuando cantaba era de lo mejor. Pero un día sorprendió a todos. Trayendo consigo a un grupo de ratoncitos que se hacían llamar Winner porque al cantar se ganaban los corazones de los que los oían.

La situación se le salía de las manos al alcalde. No podía con ellos y la ciudad no se lo perdonaría por tanto caos que había, es que en esa ciudad tranquila, esa música provocaba baile y desenfreno y era lo que ocasionaba el caos.

Y los consejeros del alcalde se reunieron para darle fin a este problema. Sin embargo, no lograban llegar a un acuerdo.

Desesperado, el alcalde  grito “¡Cuánto no daría yo porque me quiten esta plaga! ¡Seria capas de pagar 10, 000, 000,000 al héroe que me salve!”

Dicho esto mágicamente apareció un hombre en medio de la sala del alcalde. Era un hombre alto con un cabello negro lacio, su ropa era muy extravagante pero no dejaba ver ni un centímetro de piel aparte de su rostro y manos. Aparte de eso el era muy atractivo y su mirada te controlaba e hipnotizaba.

– ¡Buenos Días alcalde! Perdón por interrumpir en su reunión.-aparte de todo lo anterior el tenia una voz tan profunda logrando captar la atención de todos alrededor.

–No se preocupe buen hombre dígame que es lo que se le ofrece.

–He escuchado Señor Alcalde que tiene un problema con unos ratones. Pues yo soy un experto en plagas-dijo sonriendo amenamente.

–Buen hombre, espero y entienda que estos no son simples ratones son ratones que cantan y…

–Señor alcalde yo soy experto en eso, solo déjeme demostrarle, pero. Al momento de quitarle la plaga usted me tendrá que pagar.

– ¡Lo que sea!

–Yo soy justo Señor alcalde solo pediré 5,000 wons

–Te daré 100, 000,000

–Pero señor…

–Los quiero fuera de la ciudad ¡Ya! – dijo el mayor con desesperación.

El menor salió de la habitación y se dirigió hacia el centro de la ciudad donde se encontraban los ratones.

– ¿Quién eres tú? – pregunto Ji Yong – ¿vienes de parte de ese alcalde?

–Si.

– ¿Por qué quieren sacarnos de la ciudad? La hacemos más divertida.

–Ellos no entienden su talento.

– ¿Y tú sí? –irónico.

–Por supuesto, yo soy cantante también. Mira hay un lugar mejor donde podemos ir ¿te parece?

–No. Me gusta estar aquí.

–Tú lo pediste.

Y al momento en que Ji se descuido el otro empezó con un rap melodioso, lo peor de eso es que era inevitable no prestarle atención su voz grave era absolutamente hermosa y pronto Ji junto con los Winner empezaron a seguir al dueño de esa voz. El dueño de esta los guio por un camino secreto que los llevo a una parte que nadie conocía de una montaña cercana hasta que desaparecieron.

El pueblo al ver que las plagas desaparecieron hicieron una gran fiesta y alabaron al alcalde por dar solución a sus problemas, definitivamente era el mejor alcalde de la ciudad.

Pasaron 3 semanas y el rapero desconocido no aparecía, “mejor para mi, así no tengo que pasar la vergüenza de no pagarle” pensaba para sí mismo el alcalde. De pronto en medio de la gran sala apareció el susodicho (o eso creían) completamente cubierto con ropa y mas ropa. Se dirigió hacia el alcalde, quien estaba en una reunión familiar, más bien una reunión pare e hijo, ya que le estaba mostrando a su hijo lo que debe de hacer un “buen alcalde”

–Buenas tardes señor alcalde – dijo cordialmente el misterioso personaje.

–Buenas tardes… ¿en qué te puedo ayudar?

–Vengo a recoger mi paga.

–Perdón pero… no se a que te refieres.

– ¿Perdón? Hace 3 semanas aleje de la ciudad a una plaga de ratones y usted se comprometió a pagarme 100, 000,000 por quitarle la molesta plaga.

–Pero ¿de qué hablas hijo? No tengo idea de lo que hablas, así que por lo tanto, yo no te debo nada, así que, no te pagare.

–Pero señor usted…

–He dicho que no pagaré y no pagaré ¿no entiende lo que digo?

–Yo si he entendido lo que dice, el que no entiende es usted ¿sabe la gravedad de lo que acaba de decir? Le daré una última oportunidad.

–Me ¿estas amenazando? Jajajaja muchacho he dicho no pagaré y es mi última palabra.

–Se lo advertí.

El joven ahora empezó a cantar, no era el rap de la otra vez, no, esta vez era diferente, el alcalde empezaba a dudar de que fuera la misma persona aun así ignoro los esfuerzos del curioso personaje. El alcalde se dio la vuelta para dirigirse hacia su hijo pero no lo encontró, se giró y lo encontró entre los brazos del extraño personaje y tratando con todas sus fuerzas de gritarle a su hijo que se alejara de esa persona fue totalmente ignorado. Vio al personaje y pudo ver una sonrisa torcida en su rostro a pesar de que seguía cantando abrazo al hijo del alcalde y delante del mismo ambos desaparecieron.

Llegaron a un extraño pero hermoso lugar lleno de cosas exóticas y todo parecía mágico.

–¡SeungRi! ¿Dónde estabas? – pregunta un triste ¿humano? Parecía un humano con rasgos de ratón que al momento el hijo del alcalde identifico como Ji Yong.

–Fui a hacer lo que TU Seung se supone iba a hacer – dijo con tono sufrido el nombrado, era la misma persona que había visto en casa con su padre pero ahora que se quitaba todo pudo apreciar bien su rostro, no parecía mala persona.

–¿Cómo te fue? – dijo un tercero, era más alto que los tres incluso más que el.

–Pues… no te quisieron pagar, así que para hacer pagar al alcalde engreído me traje a su hijo – dijo el que parecía llamarse SeungRi.

–Mi padre no es engreído…es algo tacaño pero no engreído – se atrevió a hablar.

–Y ¿Cómo te llamas?

–Me llamo Taeyang ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes?

–Taeyang, nosotros seremos tus amigos ahora, ah y por cierto Bienvenido a Wonderland.